martes, 22 de septiembre de 2015

La danza y la música


         El acento  se define como la mayor intensidad de una pulsación con respecto a otra y va a definir las diferentes clases de ritmos.  

El ritmo. 
         El ritmo se puede definir como una organización temporal del sonido, que nos permite predecir como van a ir apareciendo en lo sucesivo.
          Los pasos de danza tienen un ritmo interno propio. Este debe interactuar con el ritmo de la música para poder coordinarse y conseguir una base firme en el movimiento. 
         Para los/as bailarines/as el ritmo es una constante que proporciona la principal fuerza de movimiento. 
         El ritmo tiene dos componentes que son el pulso y el acento. 
         El pulso es una percusión que se repite periódica y regularmente en una obra musical.  
         En danza constituye un latido que permanece siempre y que todo bailarín/a debe seguir internamente, para evolucionar adecuadamente dentro de su desarrollo coreográfico. 
       
2.     El compás.
          Es un instrumento que permite ordenar los distintos ritmos naturales, con la finalidad de hacer más fácil su lectura y ejecución. Existen distintos tipos de compases según el acento base se repita cada dos, tres o cuatro pulsaciones.
          En danza, gran parte de la música que se utiliza para bailar es contada y el compás musical nos indica cómo se debe contar la pieza que se está coreografiando o interpretando. Así por ejemplo un compás binario se contaría “ un y dos y tres y cuatro ….”. 
3.     El tempo. 
         Señala aspectos relacionados con la rapidez, es decir, hace referencia al grado de lentitud o velocidad con que deben ser marcados los tiempos de un compás. Para ello se utiliza un vocabulario especial que permite calificar sus matices: adagio, allegro etc. 
         En danza los movimientos tienen también su propio tempo. El tempo de un movimiento podemos sentirlo a través de  la velocidad de su realización, la duración, el intervalo entre dos acontecimientos, las pulsaciones, acentuaciones, silencios y la intensidad de su ejecución.  
         Así  existen movimientos grandes y ligados que tienen un tempo lento o largo, y otros movimientos que son más precisos y rápidos que se realizan tipo allegro. 
      
4.     Los matices. 
         Se define como los diferentes contrastes que pueden aparecer en el transcurso de una composición y que afectan a un fragmento de la misma en un momento determinado. 
         Hay dos tipos de matices:
·        Uno que afecta al grado de rapidez o lentitud con el que se ejecuta determinado fragmento o agógica y
·        Otro que afecta al grado de intensidad con que se ejecutaría determinado fragmento o dinámica.
         La acción de la dinámica  en la música viene dada por la variación de los matices de fuerza, suavidad, gravedad o ligereza de los sonidos, bien por transición o bien progresivamente. 
         En danza, los grados de intensidad (altos y bajos) de la música, ayudan al bailarín/a a la realización de una interpretación variada, no aburrida. 
         
         La música para concierto tiene como finalidad ser escuchada. La música para la danza tiene como finalidad realzar el movimiento. 
         La interacción entre los diferentes aspectos que tienen en común la música y la danza, motivan al bailarín hacia la ejecución de los diferentes pasos y estimula al espectador hacia el disfrute de lo que está percibiendo

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